El
grupo de cicloturistas, compuesto por casi 40 personas, se reunió a
primera hora de la mañana en Sarrión para iniciar la ruta aprovechando
el buen tiempo reinante. Un café rápido, dos o tres instrucciones sobre
la ruta y de inmediato iniciamos el recorrido, que nos iba a llevar por
un paisaje de altiplano lleno de contrastes.
La ruta nos condujo
en primer lugar hasta Barracas, ya en la Comunitat Valenciana, dónde le
grupo se detuvo un instante para hacer un pequeño tentempié en una zona
de chopos muy cercana a la vía del tren actual. Un descanso necesario ya
que para entonces ya habíamos recorrido más de 20 kilómetros.
Pocos
minutos después el grupo seguía con su descenso hacia el mar cogiendo
cada vez más ánimos y más velocidad. Desde el puerto del Ragudo y sus
aerogeneradores el descenso es pronunciado y esto permite que el
ciclista se relaje y pueda disfrutar del paisaje.
Un
punto espectacular de esta ruta es el viaducto de la Fuensanta, un paso
elevado de 150 metros de longitud que se atraviesa para seguir la ruta
hacia Algimia.
Una baja por culpa de los bolardos
Todo
marchaba sobre ruedas hasta que sobrevino un percance que convirtió
esta ruta en un reto. Carmen, una de nuestras senderistas sufrió un
fuerte golpe y caída por culpa de las barras que evitan que los
vehículos a motor entren en la vía verde. Estas estructuras metálicas
son, en caso de impacto, un auténtico muro de metal contra el que los
ciclistas tienen muchas posibilidades de sufrir graves heridas. Por ello
desde SendeCOECS reclamamos a los repsonsables de gestionarl a Vïa
Verde de Ojos Negros que retiren este tipo de bolardos metálicos y los
sustituyan por elementos flexibles capaces de absorber los impactos sin
provocar esas lesiones o minimizando sus efectos.
Dentro
de las consecuencias del accidente dos huesos de la mano rotos y la
rapidísima intervención de los servicios de Emergencias del 112, la
Guardia Civil y las Brigadas Rurales, que acudieron en ayuda de nuestra
compañera en cuestión de minutos trasladándola al Hospital de Sagunto, y
posteriormente la General de Castellón, para constatar el alcance de
sus heridas, que fue menor de lo que en un principio temíamos los
senderistas, y ponerle el tratamiento adecuado. Desde SendeCOECS le
deseamos Carmen la más pronta recuperación.
La
ruta, con este percance, se modificó sobre la marcha y finalizó en
Altura, dónde en un principio teníamos previsto el almuerzo. Allí, bien
atendidos en el bar de la piscina y ya más tranquilos el grupo no quiso
dejar pasar la ocasión de hacer un retrato de familia para rememorar
este momento.
Cargar
las bicis en el autobús y la furgoneta y regresar a Castellón fue tan
sólo un trámite más para los 37 senderistas que restaban tras el
accidente que, a esas horas, ya reclamaban un descanso y una buena
ducha.
En
breve, sende COECS, volverá a los caminos de montaña para descubrir
nuevos parajes de la Comunitat Valenciana. Si deseas contactar con
nosotros y apuntarte a estas salidas sólo tienes que enviar un email a
prensa@coecs.com. Te esperamos. G. Ferrándiz/COECS.
