Los 23 senderistas que acudieron este fin de semana a Vilafranca han
podido disfrutar de una ruta increiblemente hermosa en los alrededores
del pueblo. Guiados por el propietario del albergue La Parreta, Sergio
Monfort, los integrantes de SendeCOECS han recorrido 11 kilómetros de
senderos bordeando un pico mítico para los vecinos de esa población, el
Palomita.
Aunque el plan inicial de los senderistas era la
recolección de setas el tiempo no ha acompañado. Un ambiente cálido y
sin humedad ha hecho que estas semanas encontrar níscalos (los populares
rovellons) sea tarea imposible por lo que el grupo cambió los
planes sobre la marcha y, con la inestimable colaboración de Sergio, se
planteó realizar un recorrido por los alrededores del albergue para ver
algunos de los paisajes más bellos de Vilafranca.
La oferta sedujo
a los presentes que, apenas cumplidas las 10 de la mañána iniciaban la
marcha hacia la base del pico Palomita. Guiados por el propietario del
albergue los senderistas tomaron la senda que conduce al Palomita y que,
de camino, nos permite conocer algunas de las típicas construcciones de
piedra en seco que durante siglos han permitido a los pastores de la
zona resguardarse del frío o la lluvia. Sergio aprovechó la ocasión para
explicarnos la curiosa estructura que tiene esta edificación popular,
tan sencilla como ingeniosa.
El bosque de La Parreta y sus pinares
dejaron paso pronto a las sendas marcadas por los muros de piedra seca y
una subida suave hacia el Mas de Tosca, donde el grupo pudo hacer una
parada para almorzar.
En
el camino, y aunque no nos caracterizabamos por el silencio, el grupo
pudo ver diversos ejemplares de fauna local como una ardilla, una
culebra y los restos de un azor devorado seguramente por algún
depredador pocas horas antes del paso de senderistas. A estos hallazgos
hay que sumar la impresionante flora que acompaña a cada paso del grupo
de excursionistas. Pinos, carrascas, arces y un espectacular tejo
resguardado en una zona de flora protegida hicieron que casi todos los
presentes echasen mano de sus cámaras fotográficas para inmortalizar
esos paisajes.
La
llegada al albergue permitió a los senderistas disfrutar de una
abundante comida en la que no faltó el embutido local y un arròs al forn
que puso el colofón a esta espectacular salida.
En breve os informaremos de la fecha definitiva y la ruta que haremos entre Onda y Tales. Gabriel Ferrándiz/COECS.
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